lunes, 15 de junio de 2009

CAMUS. LA CONEXIÓN AFRICANA

“Aunque hay un tercer bando y ese es en el que militan Camus y Maisonseul y él mismo: ni la independencia por la vía armada ni la burda opresión colonial en la que insiste el fanatismo de derecha” (159)

Esta es tal vez una de las afirmaciones políticas que mejor definen la posición de Camus frente al problema argelino: una postura intermedia, si se quiere, que despertó las malquerencias de bandos radicales en disputa. Es uno de los varios conflictos que aborda R.H. Moreno Durán en su novela Camus. La conexión africana.

La novela hace parte de una colección de la editorial Norma titulada “literatura o muerte” y en la que se publican obras que basan su trama en la historia de un escritor. Moreno Durán explora, en este caso, la vida de Albert Camus, para muchos uno de los clásicos de la literatura contemporánea, autor de obras como El extranjero, la Caída y La peste.

Dos cosas se distinguen en esta novela del escritor colombiano: primero, se hace énfasis en la vida de Camus después del final de la segunda guerra mundial, cuando ya el escritor francés gozaba de una reputación a nivel europeo; segundo, la vida de Camus se observa desde la mirada de uno de sus amigos, Lecomte, un periodista que sigue muchos de los pasos del novelista y a quien llama Bebert.

Es Lecomte quien organiza una historia policiaca alrededor de su amigo, en tanto varios de los eventos lo llevan a pensar que se está urdiendo un plan para asesinar o, en su defecto, enlodar la imagen de Camus. Por ejemplo, uno de sus contradictores, Monfalcon, muere luego de sostener una disputa con Camus en un café; Betchine, sale disparado por el frontal de un auto que pierde los frenos y en el que inicialmente iría el escritor; Maisonseul es retenido y acusado infamemente de delitos, con los cuales se pueda incriminar también al autor de La peste; y hacia el final de la novela, cuando Lecomte comparte un café con María Casares y Camus, hay un extraño accidente de tránsito que por poco les quita la vida los tres. Finalmente Lecomte se queda con la duda sobre la existencia de un complot para hacerle daño a Camus.

En realidad, pese a que este programa narrativo sugiere que Camus. La conexión africana es una novela policiaca, basada en algunos de los hechos importantes en la historia de un novelista con injerencias políticas, ese carácter detectivesco que encarna Lecomte se diluye en la narración de otros hechos, tan importantes como los de una posible redada a Camus.

Por las páginas de esta novela de Moreno Durán pasa entonces el Camus con una extraña hipótesis sobre el amor, en la que se justifica la poligamia, una de las aficiones del escritor y, paralelamente se exploran sus sufrimientos en múltiples relaciones, especialmente con su primera esposa, una drogadicta que se ríe de él en su ausencia. Así mismo, se hace referencia a los ataques de tos que Camus sufría constantemente en el padecimiento de su tuberculosis, su afición por el fútbol e incluso algunos fugaces momentos de la disputa con Sartre.

Como un panorama de la vida de Camus la novela es interesante aunque considero que tal vez la narración no se adentra en el escritor de carne y hueso: en este sentido, hay una especie de asepsia, que deriva en la sensación de estar asistiendo a la recuperación de la vida de una pieza de museo más que de un ser humano. Solo por momentos el lector alcanza a comprender los devaneos en la sensibilidad del autor de El extranjero, en especial cuando se interna en la soledad y la frustración de la relación con Simone Hie. Pero, en términos generales, ni Camus ni Lecomte –quien termina siendo el lazarillo de la narración- ni los otros personajes secundarios alcanzan a despertar verdaderas pasiones.

Es verdad que una novela no se hace solo con base en el efecto que causa en quienes la leen, pero tratándose de una obra biográfica (etiqueta que aun me despierta interrogantes), el lector esperaría ser tocado por la historia de uno de sus hitos. Es evidente que en esta pieza de Moreno Durán, se tiene tal vez una imagen más impactante que la expresada en biografías como la de Herbert Lottman, titulada Albert Camus; pero también percibo que La conexión africana se queda un poco corta en la profundización en ciertos conflictos propios del ser humano y el escritor.

En esta obra del narrador tunjano se conoce, en efecto, la encrucijada política a la que se enfrentó el novelista en la relación Argelia-Francia, es decir las polémicas frente al colonialismo galo en África: artimañas y malos deseos se mezclan en esta confrontación política; se expresan igualmente, las jugadas trapaceras para debilitar al contrario, que implican incluso la muerte de militantes. Todo eso está en el eje de una novela bien escrita, como suelen ser las de Moreno Durán, pero a la que tal vez falta lo más importante: el nervio, el corazón, las debilidades, las luchas internas.

Leonardo Monroy Zuluaga

Ficha del Libro: Moreno Durán, R.H. Camus. la conexión africana. Bogotá: Morma, 2003

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